recetas con miso

El miso es uno de los ingredientes de moda que ha llegado para quedarse. Cada vez se ve más en los supermercados y se incluye en diferentes platos de restaurante, más allá de los japoneses.

En este post te explico cómo utilizar el miso, las propiedades del miso sin pasteurizar y recetas con miso fáciles de preparar.

Qué es el miso

El miso es un condimento que consiste en una pasta aromatizante, elaborada con semillas de soja u otros cereales y sal marina fermentada normalmente con el hongo koji. Se utiliza para aportar sabor a los platos y para elaborar la famosa sopa de miso.

¿Dónde comprar miso?

Puedes encontrar miso blanco sin pasteurizar y otros tipos de miso en sitios especializados como herbolarios o tiendas de alimentación oriental. También lo puedes comprar online.

Para mis recetas con miso y, sobre todo, mi queso vegano curado, utilizo el miso Kensho de arroz ecológico del Delta del Ebro.

Además de ser un miso nacional, ya que se elabora en Catalunya, recalca que no está pasteurizado. A continuación, te explico qué significa este hecho y qué beneficios tiene.

Propiedades del miso

Para beneficiarnos de sus propiedades al completo, el miso ha de ser no pasteurizado. La pasteurización se trata de un proceso que mata los microorganismos vivos (probióticos) que aparecen tras el proceso de fermentación.

Los probióticos son beneficiosos para nuestra salud intestinal, pues ayudan a nuestro intestino a hacer correctamente sus funciones y evitan la colonización de gérmenes patógenos (virus), generando así efectos positivos para el equilibrio microbiano intestinal.

Otros alimentos que sería interesante incluir en la dieta por su aporte de probióticos serían el kéfir, kimchi, yogur, tempeh o chocolate negro.

El miso debe ser sin pasteurizar para conservar sus probióticos.

Se pueden encontrar varios tipos de miso (Fuente):

  • Kome miso (elaborado con soja y arroz blanco), es el tipo de miso que más se consume en Japón. Es el de sabor más suave y con menor cantidad de sal.
  • Genmai miso (elaborado con soja y arroz integral), es una variedad muy aromática y no tan común.
  • Mugi miso (elaborado con soja y cebada), tiene un sabor intenso y dulzón y es de los más fáciles de encontrar.
  • Hatcho miso (elaborado únicamente con soja), es la variedad con mayor contenido de proteína y es muy oscuro e intenso.
  • Shiro miso o miso blanco, es de sabor suave que solo ha fermentado semanas o pocos meses.
  • Aka miso o miso rojo, es el miso de sabor fuerte que ha fermentado durante dos o tres años.

A mayor tiempo de fermentación, mayor es su sabor y color, por lo tanto, más conveniente o no según el tipo de plato que se quiera preparar y la intensidad que se le quiera dar a este ingrediente en él.

Imagen: Cocina Casera.com

¿Cómo utilizar el miso?

Su uso más conocido es para la elaboración de caldos y sopas. Sin embargo, se le puede sacar mucho más partido. El miso es un ingrediente adecuado para aportar un sabor a umami a muchos platos y preparaciones que los harán pasar al siguiente nivel.

En caldos y sopas, se suele diluir la pasta de miso con un líquido caliente. Es importante, para no eliminar los probióticos de los misos sin pasteurizar, que el caldo o agua con el que lo vayamos a diluir no esté hirviendo.

Por otro lado, el miso se puede incluir en la preparación de salsas y adobos como un ingrediente más. Con una cucharadita sería suficiente para obtener el sabor a umami deseado.

Recetas con miso

El miso hace la función de un condimento concentrado, por ello, funciona perfectamente como sustituto de las pastillas de caldo (tipo Avecrem) que tanta sal y aditivos añaden a los platos.

Aporta un sabor umami a los platos que hace que estos mejoren muchísimo. Además, si utilizas un miso salado, no es necesario que aportes más sal a la preparación.

Algunos ejemplos de recetas con miso son:

  • La clásica sopa miso japonesa o para aportar un extra de sabor a nuestras sopas más tradicionales.
  • Para elaborar purés o cremas de verduras con un toque extra de sabor, como hice en esta crema de calabaza.
  • Para aportar sabor a las salsas y hacerlas más sabrosas.
  • Como ingrediente en adobos para marinar tofu y verduras.
  • Para aportar un sabor más intenso y oriental a platos con legumbres como este parmentier vegano.
  • Para elaborar patés o sobrasada vegana.
  • Para preparar un queso vegano curado (no te pierdas esta receta, es la más visitada de Eso que comemos) con sabor a fermentos.

queso de anacardos vegano
Receta queso vegano curado

Como verás, el miso es un ingrediente muy interesante para incluir en nuestro día a día de diversas formas. Consérvalo en la nevera (pueden aguantar abiertos varios meses, consulta el envase) y no dudes en añadirlo a tus platos, ¡tu microbiota intestinal te lo agradecerá!

¿Se te ocurren otras formas de preparar el miso?, ¿qué recetas con miso haces? Cuéntamelo en comentarios.👇

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