lana no es vegana

El veganismo rechaza cualquier práctica que implique la explotación animal, por lo que el uso de lana para beneficio humano no se alinea con estos principios éticos. Por lo tanto, la lana no es vegana y vestir con lana no es vegano.

Las ovejas son animales adorables. Y sus frondosos pelajes suelen transmitirnos calidez mientras nos imaginamos paisajes idílicos donde familias enteras de ovejas pasean a sus anchas pero la realidad es que, como en cualquier otra industria dedicada a la explotación de animales, el dinero prima por encima de su bienestar.

¿De dónde viene la lana?

Australia ha sido históricamente el país líder en exportación de lana a nivel mundial, a pesar de tener a China pisándole los talones e incluso superando recientemente al país de las antípodas en peso total exportado. Otros países como Nueva Zelanda o Argentina mantienen una arraigada tradición en su producción.

Como cabía esperar, los principales compradores o importadores de lana son los países que forman la Europa Occidental, EEUU y Japón. A pesar de haber asociado siempre la lana con las ovejas, debes saber que en ocasiones se obtiene del pelaje de llamas, alpacas o incluso de camellos.

Entonces, ¿la lana no es vegana?

Exacto. La lana no es vegana porque su producción implica la explotación y el uso de animales, algo que va en contra de la filosofía de quienes buscan evitar cualquier forma de explotación animal.

Si no las esquilamos su pelo no deja de crecer, ¿mito o realidad?

Los humanos hemos cruzado históricamente distintas razas de oveja para que cada vez posean más pliegues y así conseguir una mayor cantidad de lana. Sin la intervención humana, las ovejas disponían de la cantidad justa de lana para protegerse de las condiciones climatológicas de su propio hábitat.

En la actualidad, las ovejas son auténticas máquinas productoras de lana, alcanzando su pelaje hasta la mitad de su peso corporal. Es habitual que muchas mueran en verano por no poder soportar el calor junto con el esfuerzo que les supone acarrear con su propio pelo o en invierno tras haber sido esquiladas y no estar protegidas de temperaturas gélidas.

¿Qué es el mulesing?

La piel excesivamente arrugada de manera antinatural provoca abundante sudoración y un elevado riesgo de contraer miasis, una enfermedad parasitaria ocasionada por las larvas de las moscas que depositan sus huevos en dichos pliegues atraídas por la sudoración, especialmente en la zona trasera de las ovejas. Para evitar tal infección se aplica una técnica conocida como mulesing.

En los países exportadores mencionados (excepto Nueva Zelanda, que en 2018 la ha prohibido por ley) la práctica del mulesing no sólo es legal sino que es un procedimiento completamente habitual.

Fuente: XLSemanal

El museling consiste básicamente en la realización de un corte sin anestesia en la zona que rodea el ano utilizando una herramienta parecida a unas tijeras de jardinería, llevándose por delante un trozo de carne que deja a las ovejas sangrando sin ningún tipo de cuidado. Según quienes la defienden, la sangre que resulta del corte supuestamente actúa como barrera natural contra infecciones; sin embargo, esto no justifica el dolor y sufrimiento extremo que sufren los animales durante y después del procedimiento.

¿Cómo se esquila una oveja?

A los esquiladores les suelen pagar por oveja o por peso y no por hora, hecho que suscita a dichos trabajadores a obrar lo más rápido posible sin importar el bienestar de los animales. Es inevitable pues que las ovejas sufran a menudo cortes significativos en su piel además de amputaciones de sus ubres, orejas, penes u otras partes del cuerpo.

El esquilador suele sujetar a la oveja por el cuello y en ocasiones golpea fuertemente al animal en el hocico para dejarlo aturdido y así evitar su resistencia. A veces incluso se ata al animal en tablas de madera para que el trabajo resulte más sencillo para el esquilador. Se utiliza un cortador eléctrico de alta potencia para esquilar la lana empezando por el abdomen.

La Vanguardia. Miquel Galceran.

¿Dónde acaban todas esas ovejas?

Sólo en Australia más de 6 millones de ovejas son enviadas a mataderos de Oriente Medio cuando su producción de lana disminuye. Su transporte se realiza en barcos en unas condiciones extremadamente crueles, donde son hacinadas y completamente desatendidas. A pesar de que solamente se investigan los casos en los que el ratio de mortalidad supera el 2%, no son pocas las ocasiones en que nuevas investigaciones salen a la luz.

Uno de los más recientes fue el pasado abril de 2018 cuando 2.400 ovejas que eran transportadas desde Perth hacia Qatar murieron a causa del calor extremo y la falta de cuidados. En ocasiones las ovejas malheridas o ya fallecidas son lanzadas por la borda. Una vez alcanzan su destino, se procede a su sacrificio mediante un corte en la garganta mientras son plenamente conscientes.

Alternativas para vestir a la lana

Como ya hemos visto, la lana no es vegana. Afortunadamente existen en la actualidad numerosos materiales cruelty-free como el algodón, la franela de algodón, el vellón de poliéster, la lana sintética y muchos otros que son tan o más cálidos y agradables al tacto como la lana de las ovejas. No hay ninguna excusa para seguir explotando a las ovejas por su lana. Te dejo algunos de mis jerséis que he encontrado en Amazon que no contienen lana animal:

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